El verano es la época de los excesos por excelencia (o al
menos en mi caso). Al salir de la rutina solemos perder esos pequeños hábitos
saludables y, sobre todo, perdemos la cuenta de toda la comida basura que
ingerimos al día. Y, no nos engañemos, no hay que sentirse mal por comer todo
lo que nos apetece durante nuestras vacaciones porque ¡para algo están!
Hoy quiero daros tres trucos que son muy simples y que
probablemente estáis hartas de escuchar, pero de verdad que a la larga el
cuerpo lo nota. Tenemos que romper esa vagueza y empezar una vida más sana.
El primero y el que más escuchamos es: beber dos litros de
agua al día. En serio, es muy importante. Sé que es aburrido, que al final se
olvida, que no entra tanta agua… Hay muchos trucos, como por ejemplo llevar
siempre siempre siempre una botella de agua a todas partes. En casa podemos
usar un vaso con asa de esos tan monos que venden en cualquier tienda de
decoración y para ir a clase o al trabajo una botella simple o la típica
botella que venden ideal para gimnasio que a mi me encanta porque le entra
mucha más agua que a una botella pequeña normal.
De verdad que a corto plazo os vais a dar cuenta el efecto
que tiene porque además de depurarte muchísimo por dentro, te ayuda a no
retener nada de líquido y sentirte súper ligera. Además al final del día te
sientes bien contigo misma porque has conseguido un buen propósito.
El siguiente tip es andar un poquito más. Casi todas vamos
día a día a clase o al trabajo de la forma en que menos tengamos que andar, ya
sea transporte público o coche propio y a lo largo del día no andamos
absolutamente nada. Es una rutina el salir de casa, entrar en el coche, bajarte
del coche justo en la puerta y pasarte horas y horas sentada en una silla. Esto
lo que hace es que a la hora de querer hacer deporte nuestro cuerpo esté
totalmente acostumbrado a una vida muy sedentaria y nos va a costar mucho, no
solo hacer deporte, sino tener esa disposición y fuerza de voluntad para
hacerlo. Si cada día intentamos aparcar un poco más lejos o bajarnos algunas
paradas antes de nuestro destino, el cuerpo va a ir acostumbrándose a moverse y
te sentirás a la larga mucho más activa y, como ya he dicho, feliz contigo
misma.
Y por último, sustituye la comida basura de entre horas por
fruta, lácteos, cereales integrales, etc. Está muy de moda ese típico smoothie
saludable y muy detox que te limpia por dentro, te purifica y te ayuda a perder
peso pero lleva alimentos nada apetecibles, no voy a deciros que os apuntéis a
la moda, porque es muy probable que seamos totalmente incapaces de beber un
vaso de ese zumo. Pero si que podemos hacernos nuestros propios smoothies con
fruta a nuestro gusto y añadiendo algo consistente como yogur griego, cereales,
algún tipo de leche más saludable como una leche de soja o incluso una o dos
galletas integrales. Los zumos (batidos, smoothies… como queráis llamarlos)
sacian muy bien el hambre de entre horas y ayudarán a que lleguemos a la
siguiente comida con menos ansiedad y menos ganas de arrasar con todo. Si no
tenemos ganas de hacer batidos, simplemente podemos tomar un yogur griego, o
una pieza de fruta.
Espero que lo pongáis en práctica, que os apuntéis a una vida
un poquito más saludable y sobre todo os doy las gracias por leerme. Muchos
besos a todas y cada una de las que dedicáis un minutito en pasar por aquí y hasta
dentro de muy pronto!!! <3
Puedes seguir mi día a día en Snapchat: mcano17
Dudas, sugerencias, críticas constructivas: maicano.allofme@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario