Se que en casi todas las ciudades hay un Primark, pero las que no lo tenemos cerca cuando vamos a uno nos volvemos locas comprando todo lo que vemos, aunque al llegar a casa nos demos cuenta de que lo que hemos comprado no nos gusta, no nos hace falta o incluso tenemos algo exactamente igual en casa. Por eso vamos a relajarnos y a pensar detenidamente qué es lo que de verdad necesitamos sin arrasar con todo lo que vemos por el simple hecho de que es muy barato.
El primer consejo (y yo creo que el más importante) es abrir nuestro armario días antes de la ansiosa visita a Primark y mirar qué tenemos y qué necesitamos. Nunca viene mal renovar la ropa interior o las camisetas básicas ya que son prendas que usamos a diario. Si, por ejemplo, tenemos muchos vestidos y casi nunca los usamos, tenemos que concienciarnos de que (aunque duela) no vamos a detenernos a mirar los vestidos de la tienda porque son muy baratos y bonitos, así que acabaremos comprando alguno. Ese tiempo y dinero que invertimos en mirar vestidos podemos usarlo en otras prendas que necesitemos con más urgencia.
Otro paso a seguir muy importante es llevar una lista en el móvil o en papel de las cosas que vamos buscando. Si tenemos la lista en nuestra mente es muy probable que pasemos por completo de ella y sigamos el instinto de compradora compulsiva.
El tercer consejo que doy es que nos marquemos un presupuesto para gastar ese día y, aunque es casi imposible, intentemos repartirlo en todo lo que vamos a comprar de forma más o menos equitativa dejando algo de dinero para los caprichitos como neceseres o maquillaje.
Aunque en el probador habrá una cola inmensa, recomiendo que esperes la cola y te pruebes absolutamente todo lo que vayas a llevarte. No te confíes ni te dejes llevar por la pereza porque no sabes lo mal que sienta llegar a casa y que algo no te esté bien o no te guste como queda (lo digo por experiencia propia). Ah! y cuidado con las tallas. Mira muchas veces la talla de la prenda antes de ponerla en la cesta para pagar porque muchas veces cogemos dos tallas diferentes para ver cuál nos queda mejor y al final por equivocación y con las prisas cogemos la que nos queda grande o pequeña y dejamos allí la que de verdad queremos.
Y a parte de todos estos consejos que creo que son los esenciales para ir a Primark me gustaría deciros lo que realmente merece la pena comprar allí. Como todas sabemos, es una marca muy barata y la consecuencia es que los productos no tienen la mejor calidad del mundo por eso hay que mirar muy bien lo que se compra. Es una muy buena oportunidad para comprar zapatos a buen precio y los que son cerrados tipo bamba dan muy buen resultado pero las sandalias hay que tener mucho cuidado con ellas. Hay un tipo de sandalias que tienen la suela demasiado fina y terminan por quedarse muy feas al usarlas mucho tiempo, sin embargo hay otras (como la que enseñé en mi post de favoritos de Mayo) que al tener la suela un poco más gruesa aguantan mucho más y son más cómodas. Por dos euros más merece la pena comprar unas sandalias algo mejores.
En cuanto a los bolsos, son muy bonitos y baratos pero no son bolsos de diario. En mi caso compré uno destinado a llevarlo casi a diario a clase y después de todo el curso está bastante deteriorado. Me costó solo 11 euros pero dudo que siga usándolo el curso que viene. ¿Merece la pena comprar sus bolsos? Sí, pero si ese bolso lo usarás solo para salir.
También he comprado jeans en Primark por solo 8 euros y tengo que decir que me duraron en buen estado pocos meses. Uno se rompió y los demás dieron de sí muy rápido quedando imposibles de llevar puestos.
Los esmaltes no sé a las demás pero a mi no me duran ni dos días. Muy buena cobertura, muy bonito acabado pero en mi uña solo han durado un día. Es una pena porque los colores son preciosos.
Por tanto, y bajo mi punto de vista, lo que realmente merece la pena son los zapatos de tacón, bolsos para salir, bikinis, ropa interior, pijamas, camisetas, blusas, prendas exteriores (chaquetas, abrigos...) y tonterías varias como neceseres, fundas de móvil, tazas o elementos de decoración.
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