Antes de lanzarnos como locas a comprar todo lo que veamos en contra de dañar el pelo en verano, vamos a pararnos a analizar qué tenemos en casa y qué necesitamos para verano.
Bajo mi punto de vista en esta fecha el pelo y sobre todo las puntas necesitan el doble de hidratación porque entre el sol y todo lo que conlleva ir a la playa (arena, sal del mar...) o piscina (cloro y demás compuestos químicos) se nos va a dañar más de lo habitual.
En muchos sitios venden protectores solares para el cabello, tengo que decir que nunca he probado ninguno por lo que no puedo dar mi experiencia; pero sí es verdad que es una buena opción para usar antes de ir a la playa, con cuidado de no ensuciar demasiado el pelo. Lo ideal es aplicarlo de medios a puntas aproximadamente una hora antes de llegar a la playa; de esta manera nos aseguramos que el pelo está bastante más protegido que no llevando nada.
Como ya he dicho, no he probado ninguno así que no puedo dar consejo de dónde comprarlo, cuál usar o si cumple su función. Probablemente en supermercados tipo Mercadona o Carrefour habrá este tipo de producto de varios precios y marcas.
Cuando estamos varios días seguidos en sitios de playa, tenemos que lavar nuestro pelo a diario (o casi a diario) así que es recomendable usar un champú sin parabenos. Los parabenos son compuestos tóxicos presentes en casi todos los productos cosméticos, no son dañinos pero en esta época del año deberíamos olvidarlos un pelín e intentar mantener nuestro pelo lo más cuidado posible. No veremos un gran cambio a corto plazo pero sí cuando llegue el invierno y nuestro cabello haya sobrevivido a un intenso y caluroso verano.
Hay infinidad de champús sin parabenos aptos para todos los bolsillos.
Tras el champú debemos usar algo que nos ayude a recuperar las puntas tras la exposición al sol. Para uso diario recomiendo un acondicionador o algún tipo de serum y una vez a la semana una hidratación más profunda con alguna mascarilla. Como vamos a lavar el pelo muy seguidamente, es mejor usar cada día un producto más ligerito pero que hidrate bien y una vez en semana una buena mascarilla dejando actuar durante el máximo tiempo que podamos.
Un consejo que doy para aumentar el efecto de la mascarilla que tenemos en casa es añadir unas gotas de aceite de oliva, de argán o de almendra; aplicarla de medios a puntas, liar el pelo en una toalla y dejar actuar alrededor de media hora. Con el calor se intensifica el efecto y al aclarar el pelo notaremos más suavidad e hidratación.
Otro tema importante a tratar es el color. A mi personalmente me encanta el cabello más clarito en verano, porque da mucha más luz a la cara y frescura. Pero tenemos que tener cuidado con las decoloraciones, tintes, camomila, etc. Hay que tener claro que una decoloración va a estropear muchísimo tu pelo, por lo tanto tendrás que tener mucho más cuidado con él y comprar champús específicos que te ayuden a hidratarlo y mantener el color. La alternativa natural es el tinte sin amoniaco, súper fácil de encontrar en cualquier supermercado y aunque no quedará tan marcado como una decoloración tendrás tu color de pelo un tono más claro. También hay que tener en cuenta que normalmente tras darnos mucho el sol el pelo tiende a aclararse un poco, por lo que debemos contar con este factor a la hora de elegir tinte.
Hay champús que contienen camomila, podemos aplicarlo en las puntas o en todo el pelo si queremos que se nos aclare entero para conseguir un efecto más veraniego pero esto dependerá también de lo oscuro que lo tengamos; aunque por probar no perdemos nada, un champú no nos hará daño. No es lo mismo un champú de este estilo que aplicar camomila pura directamente en el pelo, esto sí es peligroso sobre todo porque no sabemos qué color va a quedarse en nuestro cabello.
Y nada más por hoy, espero que os haya gustado. Si tenéis cualquier duda o sugerencia podéis escribirme un correo o dejarlo en comentarios, responderé encantada. Hasta dentro de muy prontito!! Mil besooos <3
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